5 buenas prácticas en un mundo digital cookie-less
A finales de 2021 está previsto que Google entre en acción en el nuevo paradigma de la publicidad digital. A través de su navegador Chrome obligará al usuario a aceptar o declinar las cookies de terceros, con una ventana del navegador, sin tener opción de que los sites establezcan relación en este aspecto con el visitante. De esta manera el usuario tendrá control total sobre sus datos.
Esto propiciará que las empresas de publicidad digital tendrán que reinventarse. El objetivo es seguir capturando datos que le permitan obtener comportamientos de sus clientes para así mostrarles publicidad de su interés. Sin esta información, la eficacia bajará. Pero te adelantamos algo: el nuevo paradigma no será rompedor. Simplemente cambia la perspectiva.
La nueva Regulación General de Protección de Datos (RGPD) ya establece el empoderamiento del usuario en al gestión de sus datos, ya sea a través del consentimiento sobre los mismos como de distintas directrices que tienen que cumplir las empresas para almacenar los mismos y darles distintos usos. Google dará un paso más.
En este nuevo paradigma, hay que tener en cuenta que:
- El usuario toma el control total sobre sus datos.
- Esto no significa que el usuario no quiera compartir datos que mejoren su experiencia con tu marca o empresa.
- Tienes que explicar más o mejor por qué pides ciertos datos a tus clientes.
Ante este panorama vamos a ir escribiendo en canarias.marketing distintos escenarios, novedades y enfoques.
El primero de ellos es:
5 buenas prácticas en un mundo cookie-less
1. Adquiere datos con un propósito
No es cuestión de almacenar por almacenar. ¿Para qué necesitas un dato en concreto? ¿Está alineado con el propósito de tu negocio o marca? Dirígete al primer punto en la casilla 0: ¿por qué existe tu marca? Las respuestas te ayudarán en este punto.
2. Sé transparente sobre qué datos recolectas y por qué
Respondida la primera pregunta, es necesario preguntar al usuario por qué pides ciertos datos y para qué servirán. Por ejemplo: «Conocer el modo de navegación que tienes en nuestro eCommerce nos permite personalizar el mismo para que coincida con tus intereses principales».
3. Da a tus clientes el control sobre sus datos
Y no nos referimos en un apartado oculto o escondido en tu página web. Nos referimos a ser transparentes en la gestión de los datos. Que el usuario pueda acceder a un perfil privado, conocer qué datos manejas de él y con qué propósito. Y, por supuesto, declinarnos.
4. Pon los datos a trabajar para hacer la vida más sencilla a tus clientes
El ejemplo del punto 2 es claro: si utilizas los datos de tu usuario para personalizar su experiencia, obtendrás información muy valiosa para tu negocio y además el usuario se verá recompensado en obtener la información de manera más sencilla o ver directamente productos o servicios que le interesan. Pon tus datos a trabajar con un objetivo de claro beneficio para tu cliente.
5. Elimina los datos que no necesites
No almacenes por almacenar. Si no te resulta de interés ni utilizas los datos de navegación de un usuario de hace 14 meses, no lo almacenes. Es innecesario y no aporta valor donde tienes que tener el foco: en datos relevantes para tus clientes.